sábado, 31 de mayo de 2014

LOGICA DEL SENTIDO

















Los acontecimientos son como los cristales, no ocurren ni crecen sino por los bordes, sobre los bordes. Ahi reside el primer secreto del tartamudo y el zurdo: dejar de hundirse, deslizarse a lo largo, de modo que la antigua profundidad no sea ya nada, reducida al sentido inverso de la superficie. Es a fuerza de deslizarse que se pasara del otro lado, ya que el otro lado no es sino el sentido inverso. Y si no hay nada que ver detrás del telón, es que basta con seguir lo bastante lejos y lo bastante estrechamente, lo bastante superficialmente, para invertir lo derecho, para hacer que la derecha se vuelva izquierda e inversamente...?
No hay pues unas aventuras de Alicia, sino una aventura:su subida a la superficie, su repudio de la falsa profundidad, su descubrimiento de que todo ocurre en la frontera. Por ello, Carroll renuncia al primer titulo que tenía previsto, ¨Las aventuras subterranéas de Alicia¨... Es siguiendo la frontera, costeando la superficie, como se pasa de los cuerpos a lo incorporal. Paul Valery tuvo una frase profunda: lo más profundo, es la piel.

jueves, 29 de mayo de 2014

Nuevo libro y dibujos de Irene Gracia

















Qué estaríamos dispuestos a dar por un amuleto que hiciese posible nuestros deseos más profundos?
Adelbert fue uno de esos poetas que supieron alternar la pluma con la espada. Luchó contra Napoleón y dio la vuelta al mundo en barco para encontrar su sombra. Pero su mayor aventura fue conocer a Belisa, una aristócrata desahuciada que le contará la historia de El tiempo de Plata: la orfebrería regentada por Platónides, un artesano que creaba seres prodigiosos y capaces de detener el tiempo con la alquimia de la plata viva.
Belisa despierta en Adelbert el deseo de conocer a las hijas de Sixta, las seis artistas más maravillosas e inolvidables que lucieron los talismanes mágicos de Platónides por los escenarios de todo el mundo, y que más tarde desaparecieron. Adelbert quiere encontrar a las seis hermanas misteriosas y resolver el enigma de la platería vacía. Para ello emprende un viaje extraño y vertiginoso.
Este es un fragmento del nuevo libro de Irene Gracia, maravillosa escritora, pintora y amiga. 


Nace tal dia como hoy en 1892 la poetisa argentina (nacida en Suiza) Alfonsina Storni


SÓLO EL HOMBRE PEQUEÑO, CUYO HUMANO LATIDO EN LA TIERRA ES UN SUEÑO, 
SOLO EL HOMBRE HACE RUIDO!

Esta noche al oído me has dicho dos palabras 
Comunes. Dos palabras cansadas 
De ser dichas. Palabras 
Que de viejas son nuevas. 

Dos palabras tan dulces que la luna que andaba 
Filtrando entre las ramas 
Se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras 
Que una hormiga pasea por mi cuello y no intento 
Moverme para echarla. 

Tan dulces dos palabras 
?Que digo sin quererlo? ¡oh, qué bella, la vida!? 
Tan dulces y tan mansas 
Que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman. 

Tan dulces y tan bellas 
Que nerviosos, mis dedos, 
Se mueven hacia el cielo imitando tijeras. 
Oh, mis dedos quisieran 
Cortar estrellas.


miércoles, 28 de mayo de 2014

DROGUERIA EL BOTIJO


En la calle Toledo existe un establecimiento muy antiguo que en la actualidad vende productos de droguería, aunque sus comienzos fueron muy distintos. El Botijo, que así se llamaba la tienda, empezó a funcionar en 1754 en un viejo caserón donde paraban las diligencias procedentes de Getafe, Leganés y Toledo y que en los días calurosos ofrecía a los pasajeros un botijo de agua fresca que permanecía colgado en la puerta. Más tarde, se dedicó a vender mimbre, aperos de labranza y alfombras, hasta que los cambió por productos de limpieza, que es lo que vende actualmente. El local guarda un antiguo libro de registros donde eran anotados los nuevos que entraban a trabajar así como su altura y peso. A los aprendices se les gastaba el primer día una novatada. Con la excusa de pesarle, el aprendiz era atado y subido a una romana que, de pronto, se soltaba, justo encima de una trampilla haciendo caer al asombrado aspirante al sótano, de donde salía por cierto, muy enojado. Para que se le pasara el enfado le invitaban a tomar un bollo de Arganda con un poco de vino, y terminaban todos tan amigos.