miércoles, 28 de mayo de 2014

DROGUERIA EL BOTIJO


En la calle Toledo existe un establecimiento muy antiguo que en la actualidad vende productos de droguería, aunque sus comienzos fueron muy distintos. El Botijo, que así se llamaba la tienda, empezó a funcionar en 1754 en un viejo caserón donde paraban las diligencias procedentes de Getafe, Leganés y Toledo y que en los días calurosos ofrecía a los pasajeros un botijo de agua fresca que permanecía colgado en la puerta. Más tarde, se dedicó a vender mimbre, aperos de labranza y alfombras, hasta que los cambió por productos de limpieza, que es lo que vende actualmente. El local guarda un antiguo libro de registros donde eran anotados los nuevos que entraban a trabajar así como su altura y peso. A los aprendices se les gastaba el primer día una novatada. Con la excusa de pesarle, el aprendiz era atado y subido a una romana que, de pronto, se soltaba, justo encima de una trampilla haciendo caer al asombrado aspirante al sótano, de donde salía por cierto, muy enojado. Para que se le pasara el enfado le invitaban a tomar un bollo de Arganda con un poco de vino, y terminaban todos tan amigos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario