miércoles, 19 de noviembre de 2014

No estas solo



Es obvio que el hombre, como todo lo que existe, está implantado en el limite, ya que el limite, como señala Aristóteles, es la cualidad esencial de cada ser, sin embargo, lo que ocurre con el hombre es que es el único ser viviente que no esta totalmente confinado dentro de su condición limitada.
La indigencia en cuestión no alude a la falta de medios para vivir, a una existencia mermada de bienes materiales, que también... como es la del pobre o menesteroso, eterno cliente del asistencialismo estatal o privado. La indigencia es una metáfora de una depresión más profunda, que no es puramente económica, sino ontológica, pues se refiere al hecho mismo de estar restringido, carente, escaso, en la dimensión del ser.
Decir que el hombre a causa de su indigencia es un ser deprimido no significa, pues, referirse a un trastorno psiquiátrico, a una alteración del estado de ánimo, muy de moda en nuestros días, sino remitirse a algo que afecta el ser mismo del hombre. En su esencia misma, el hombre es indigente de ser.

La relación del ser humano con los animales jugó un papel determinante incluso en la propia evolución de la especie, y que nuestra empatía y nuestro lenguaje no serian los mismos sin ellos.
El vinculo con los animales jugó un papel esencial y beneficioso en la evolución humana en los últimos 2,6 millones de años.
La evolución de esta relación entre seres humanos y animales ayudó a que la primera especie desarrollara, pues, características específicamente humanas, como son la empatía, la compasión y el compromiso.
Los animales no juzgan a sus dueños, sino que los aceptan y quieren tal cual son.


1 comentario: